viernes, 27 de mayo de 2011
17
El frío se cuelga de la rama de un árbol, no se sabe si para que el árbol colapse, o como intento de suicidio: ninguna de las cosas logra, o hace el ridículo, o esos planes no eran suyos.
16
Cuando el frío cargó los bolsillos hasta matarlos, más de un pichón escondido corrió la misma suerte que su refugio,
15
Viendo lo que es el futuro en el presente, el frío que mata a veces al mejor amigo, los ojos que se secan de tanto tragar luz.
14
El frío al alcance de todos, capaz de llenar los bolsillos, forzarlos hasta el punto de abriles agujeros y, aún así, brilla en los sacos, camisas, pantalones, tirando para abajo a la gente que los porta, por su peso que supera a veces al de la propia persona, hasta el punto de empujarlos hacia al suelo, hacerlos caer de rodillas, o golpearse el mentón contra una baldosa, o romperse la nariz, y sangrar con ganas, como suelen hacerlo esos vasos, a los que llaman capilares.
miércoles, 25 de mayo de 2011
3
¿Qué quieren, los que piden alegrarlo todo? ¿Qué piden los que mandan alegría? Son contados los focos que están aún en función.
1
Un Dios de pesadilla, es lo primero que se me ocurre. Es el momento posterior al pájaro, de pichón no hay nada más.
96
Seguro no le contaron al pichón para qué nació en este mundo, y cuando viejo ya el niño cree averiguarlo le viene un hambre atroz que le copa cuerpo y alma.
Asciende como un globo y ya está a tiro.
95
El mediodía reduce a cenizas la mayor parte de las alas, y empiezan a caer proyectiles de todos los calibres, que hacen blanco en lugares a los que nadie apuntó, y derriban lo que encuentran, y si no hubiere cavan un cráter, o rebotan, se hacen trizas y las esquirlas matan a alguno.
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