domingo, 4 de abril de 2010

90

De nuevo los huevos, que vienen a la mente sin sostén, en el aire, cayendo desde un ave, o aeronave, o arrojados de arriba hacia abajo, por una fuerza invisible, no por sobrenatural, si no porque desde el punto de vista de quien cuenta, no se puede ver, no hay constancia de origen, quién dispara huevos, no se sabe, no interesa.

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