domingo, 4 de abril de 2010
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"Me han hecho estos agujeros, y estos también, y estos otros más", y cuenta cómo era atacado sin piedad por algo que definió como conos, que se movían en el aire, a tal velocidad que era imposible retener la esencia del agresor, por lo cual, a los efectos técnicos, era un ser no visible, o uno múltiple que no se dejaba ver, o sólo existía en forma de cuña.
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