El mediodía reduce a cenizas la mayor parte de las alas, y empiezan a caer proyectiles de todos los calibres, que hacen blanco en lugares a los que nadie apuntó, y derriban lo que encuentran, y si no hubiere cavan un cráter, o rebotan, se hacen trizas y las esquirlas matan a alguno.
miércoles, 25 de mayo de 2011
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